viernes, 19 de marzo de 2010

Nunca antes como Ahora...

En estos últimos dos meses han sucedidos grandes catástrofe de sismos escenificados en varios lugares del mundo, donde los de mayores magnitudes en América se han sentido en Haití y Chile. Evidentemente esto pone a las personas de inmediato a pensar en la Biblia y en ciertos aspectos de culpabilidad cultural.

Lucas 13:1-5 narra una situación parecida a la que vivimos en estos días, accidentes que sorprendieron a unos judíos, aún cuando un grupo de ellos estaban ofreciendo sacrificios a Dios. Los narrantes, de manera indirecta, tratan de hacerle ver a Jesus que lo ocurrido era por sus pecados. De igual manera muchas han sido las conjeturas y las acusaciones por lo ocurrido en Haití y la enorme cantidad de muertos causado por el terremoto del 12 de enero del 2010.

Jesus dijo algo muy claro, todos somos culpables y si no nos arrepentimos todos pereceremos igualmente. Decía el rey David, la espada ahora corta para un lado, de vuelta corta para el otro. Ya se han comenzado a sentir también en nuestra isla movimientos de 4.0 grados, no solo en Haití y Chile, porque todos estamos bajo la misma condición, no debemos juzgar, sino temblar y prepararnos con Dios. Somos rápidos para emitir juicio, pero lento para autoevaluarnos.

¿Habrás notado últimamente en que se ocupa la humanidad? Te menciono algunos de sus pasatiempos mientras esconden el rostro de Dios: Ikea, Hooters, TV Plasma, tecnologías, premiaciones nacionales e internacionales, farándula, espectáculos, cine, gimnasios, dietas, etc. Es necesario lo uno sin olvidarse de lo otro, Dios está muy enojado con el impío todo los días y tarde o temprano dejará sentir su ira sobre la tierra.

El pecado produce muerte y aunque te arrepientas esto no te libra de la muerte física, Jesús no habla de la muerte a la que la humanidad le presta atención, Jesus habla de la muerte eterna que es separación de Dios, por eso dice: Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente, y otra vez: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

Ciertamente terremotos han habido en todas las generaciones, pero nunca antes como ahora la frecuencia de los mismos, de esto habla el libro más perfecto que jamás ha existido, el que trasciende los tiempos, la Biblia, ni Nostradamus, Coelho, Cervantes trascienden los tiempos con sus escritos, ni transforman la vida de una persona con sus escritos como lo hace la palabra de Dios, la Biblia.

“Porque la paga del pecado es la muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (ROMANOS 6:23)”.

Visita una iglesia cristiana donde la Biblia sea el centro de la enseñanza, lee la biblia y entrega tu vida a Cristo.

Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.

jueves, 11 de marzo de 2010

¿A quién se debe temer?

Desde que el hombre desobedece a Dios en el huerto del Edén y peca, ha vivido lleno de temores. La primera mención de temor que realiza la biblia es un “huir” de la presencia de Jehová Dios:

“Luego oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto (GENESIS 3:8)”.

Temor: griego phobos, originalmente significó huida, luego llegó a referirse a lo que causa la huida: o sea, temor, terror, miedo. En el Nuevo Testamento, phobos denota ambas cosas: el temor con el sentido de terror y el temor de reverencia hacia Dios. La palabra castellana fobia es una traducción literal de la palabra griega.

El estar sin Dios ha producido en el hombre un continuo temor en su vida. Esto lo ha vuelto un gran planificador. El hombre le teme a envejecer, a perder el empleo, le teme hasta al día que no ha llegado, por eso hace provisión para mañana; pero nunca quiere hallar descanso en Dios ni recapacita en lo deteriorada que está su relación con Dios. No se da cuenta por sí mismo, ni acepta sugerencias.

“¡Aleluya! Bienaventurado el hombre que teme a Jehová y en sus mandamientos se deleita en gran manera (SALMOS 112:1)”.

“Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos (SALMOS 128:1)”.

En estos versos, la palabra temor se refiere a reverencia, respeto que lleva a la adoración, no a castigo, y la biblia nombra feliz y dichoso al hombre con esta inclinación.

La biblia enseña que el perfecto amor echa fuera el temor, que donde hay amor no hay temor. Al rehusar acercamos a Dios ponemos en evidencia que no le amamos, y que todavía queremos estar en tinieblas. Recuerda que Dios es luz y que la luz y la tiniebla no concuerdan.

Tememos acudir a los lugares de adoración a Dios para visitar los lugares de corrupción, tememos a la opinión del hombre, sin embargo lo que pueda Dios pensar de nosotros no le damos importancia. Jesús les dijo a sus seguidores:

“Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno (MATEO 10:28)”.

¿Qué puede hacer el hombre por ti, o hasta donde puede llevarte?, sin embargo, la última decisión la toma Dios, no lo olvides.

El llamado es “temer a Dios” en el amplio sentido de la palabra, ya sea por la consecuencia que acarrea el estar fuera de él, o por el amor, respeto y reverencia que debes tenerle por los múltiples beneficios recibidos.

Es increíble, pero tenemos la idea que servir a Dios es malo, porque nos resistimos a servirle apoyandonos en tontas y vanas excusas, no somos capaces de consagrar dos horas diarias aunque sea en la noche a Dios, pero pasamos ocho horas trabajando, estudiando y luego seguimos tiempo extras en cosas que no les aprovechan al alma.

“Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar el mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (JUAN 3:17)”.

Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.