En la región del Caribe la temporada ciclónica está comprendida entre el 1 de junio y el 30 de noviembre, y para garantizar la menor pérdida posible y mantener informado a sus poblaciones, las organizaciones con o sin fines de lucro forman o activan su “Comité de Emergencia” los cuales se mantienen vigilantes ante el avance del fenómeno y emiten boletines de alertas.
Esta preocupación por alertar a grupos de interés específico no es cosa nueva, Jesucristo formó un comité de emergencia universal “su iglesia” que constantemente se ha mantenido alertando a los hombres de cómo librarse del día del Señor con un prudente mensaje: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él (JUAN 3:36)”.
Preste atención a uno de los boletines de Jesús: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayo, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oyes estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó sus casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayo, y fue grande su ruina (MATEO 7:24-29)”.
¿No es objeto de crítica todo aquel que viviendo en las riveras de ríos y cañadas hace caso omiso a los boletines y llamados? Sabemos, en la mayoría de los casos, cuál es el resultado de su obstinación: pérdida humana. El objetivo de los llamados y boletines era, precisamente, evitar este funesto resultado.
Dios quiere evitar grandes pérdidas y ruinas en ti, no te aferres a lo que tus ojos pueden ver, como hacen los que no quieren abandonar sus pertenencias para salvar sus vidas. Entrega tu vida a Cristo, se prudente y actúa con sensatez.
Concluyo con la experiencia de uno que reaccionó al llamado de Jesús, el apóstol Pablo: “Pero cuantas cosas eran para mi ganancias, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo (FILIPENSES 3:7-8)”.
Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre!
Esta preocupación por alertar a grupos de interés específico no es cosa nueva, Jesucristo formó un comité de emergencia universal “su iglesia” que constantemente se ha mantenido alertando a los hombres de cómo librarse del día del Señor con un prudente mensaje: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él (JUAN 3:36)”.
Preste atención a uno de los boletines de Jesús: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayo, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oyes estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó sus casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayo, y fue grande su ruina (MATEO 7:24-29)”.
¿No es objeto de crítica todo aquel que viviendo en las riveras de ríos y cañadas hace caso omiso a los boletines y llamados? Sabemos, en la mayoría de los casos, cuál es el resultado de su obstinación: pérdida humana. El objetivo de los llamados y boletines era, precisamente, evitar este funesto resultado.
Dios quiere evitar grandes pérdidas y ruinas en ti, no te aferres a lo que tus ojos pueden ver, como hacen los que no quieren abandonar sus pertenencias para salvar sus vidas. Entrega tu vida a Cristo, se prudente y actúa con sensatez.
Concluyo con la experiencia de uno que reaccionó al llamado de Jesús, el apóstol Pablo: “Pero cuantas cosas eran para mi ganancias, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo (FILIPENSES 3:7-8)”.
Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre!
Excelente artículo... lamentable que aunque ya llevamos mucho tiempo dando la voz de alerta, las personas prefieran seguir a la ribera del ancho mar.
ResponderEliminarYohanna Peguero
waoooooooo,hermano pastor que bello tema , muy al dia con lo que estamos viviendo en nuestro tiempo estamos bajo amenaza de fuertes vientos de calamidad,sufrimiento y solo nos puede salvar el hacer caso a lo dicho por el director del comite (Jesucristo),DIOS TE BENDIGA .CRISTIAN
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