“Y dijo a Jesús: Acuérdate de mi cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. (LUCAS 23:42-43)”.
Hermoso dialogo. La biblia presenta a Jesús otorgando vida en los últimos minutos de su vida, aún colgando de la cruz que le sujetaba para muerte. La otorgaba a uno de dos malhechores que fueron crucificados junto con él, estos sujetos habían escuchado hablar de Jesús aunque nunca decidieron seguirlo, pero mira que bondadoso es Dios ya que nadie irá al sepulcro sin la oportunidad de que se arrepienta de sus males.
Ambos malhechores tuvieron la misma oportunidad de salvación el día de su muerte, sin embargo, tal y como ha sucedido a través de la historia, unos creen para salvación y otros son escépticos para verguenza de ellos, cada uno le expresó a Jesús lo que realmente deseaba su corazón, uno trató de intimidar al Maestro cuestionando su función de mesías y pidiendo para sí la liberación de lo que justamente debía pagar, el otro reprende la intención de su compañero, habla bien en público de Jesús exponiendo su inocencia y para sí no pide más que perdón y ser aceptado en el reino de Dios.
Jesús ni se molesta en mediar palabras con el que quería deleites temporales en esta tierra, con el que lo tienta pidiéndole que abortara la misión a la que había venido a la tierra. Jesús solo tiene oídos para el que se siente arrepentido del estilo de vida que había llevado no agradable ante Dios, y que utiliza al mediador, Jesucristo, para que se acuerde de él cuando venga en su reino.
Esta es una historia breve que nos dice lo que sucede con los creyentes y con los incrédulos, esto es real, los que mueren en Cristo ganan la vida eterna y van al paraíso (en estado consciente), los que mueren sin Cristo no tienen esperanza, sus almas están en tormento (en estado consciente) en espera del día del juicio.
“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. (FILIPENSES 1:12)”, solo los valientes hablamos así, lo que no nos avergonzamos de anunciar y vivir el evangelio.
Tú también puedes estar en el paraíso con Jesús a partir de hoy, reconoce tus pecados y entrega tu vida a Cristo.
Cierro con este versículo:
“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. (APOCALIPSIS 21:8)”
Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.
Hermoso dialogo. La biblia presenta a Jesús otorgando vida en los últimos minutos de su vida, aún colgando de la cruz que le sujetaba para muerte. La otorgaba a uno de dos malhechores que fueron crucificados junto con él, estos sujetos habían escuchado hablar de Jesús aunque nunca decidieron seguirlo, pero mira que bondadoso es Dios ya que nadie irá al sepulcro sin la oportunidad de que se arrepienta de sus males.
Ambos malhechores tuvieron la misma oportunidad de salvación el día de su muerte, sin embargo, tal y como ha sucedido a través de la historia, unos creen para salvación y otros son escépticos para verguenza de ellos, cada uno le expresó a Jesús lo que realmente deseaba su corazón, uno trató de intimidar al Maestro cuestionando su función de mesías y pidiendo para sí la liberación de lo que justamente debía pagar, el otro reprende la intención de su compañero, habla bien en público de Jesús exponiendo su inocencia y para sí no pide más que perdón y ser aceptado en el reino de Dios.
Jesús ni se molesta en mediar palabras con el que quería deleites temporales en esta tierra, con el que lo tienta pidiéndole que abortara la misión a la que había venido a la tierra. Jesús solo tiene oídos para el que se siente arrepentido del estilo de vida que había llevado no agradable ante Dios, y que utiliza al mediador, Jesucristo, para que se acuerde de él cuando venga en su reino.
Esta es una historia breve que nos dice lo que sucede con los creyentes y con los incrédulos, esto es real, los que mueren en Cristo ganan la vida eterna y van al paraíso (en estado consciente), los que mueren sin Cristo no tienen esperanza, sus almas están en tormento (en estado consciente) en espera del día del juicio.
“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. (FILIPENSES 1:12)”, solo los valientes hablamos así, lo que no nos avergonzamos de anunciar y vivir el evangelio.
Tú también puedes estar en el paraíso con Jesús a partir de hoy, reconoce tus pecados y entrega tu vida a Cristo.
Cierro con este versículo:
“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. (APOCALIPSIS 21:8)”
Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.
GLORIA A DIOS, QUE HERMOSO MENSAJE, QUE HERMOSAS PALABRAS, HERMANO GREGORIO QUE DIOS TE SIGA AYUDANDO, TE SIGA UTILIZANDO PARA SU GLORIA, MUY HERMOSO ARTICULO, DIOS LES BENDIGA A TODOS. HNA LINNETTE MATOS.
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