miércoles, 16 de diciembre de 2009

La Canción de la Viña

Isaías 5:1-7 presenta, en lenguaje figurado, el lamento constante de Dios ante su creación, el hombre, del cual esperaba justicia y juicio (razonamiento, prudencia); sin embargo ha recibido algo frustrante e inesperado.

La parábola empieza de esta manera: “Tenía mi amado una viña en una ladera fértil. La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestre”.

De la misma manera que esta viña había sido plantada en un lugar favorable y adecuado para que diera buenos frutos, de Dios recibimos a diario el sol, la lluvia, el aire, los alimentos, la vida; en pocas palabras, muchos favores inmerecidos; a cambio Dios espera que inclinemos la vista hacia él, nuestro plantador en esta tierra, y le agrademos con nuestras acciones; que como buenos hijos no le demos tormento, sino alegría.

Este lamento se ha convertido en una canción que se ha repetido a través de la historia en boca de los antiguos y de los nuevos profetas que motivamos a las personas a acercase a Dios. El mensaje es el mismo: Arrepentimiento y buenos frutos.

“¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho por ella? ¿Cómo esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres?”

Esta es la gran interrogante, si a diario puedes abrir tus ojos y presenciar la luz de un nuevo día ¿Crees que ha sido por tus meritos, por tu dinero, por tu fuerza, por tu capacidad, o está Dios detrás de esto? Sin embargo a pesar de recibir grandes beneficios, estamos dando uvas silvestres (agrias, pequeñas, duras, amargas, despreciables e inservibles).

Ante esta realidad ¿qué hará el dueño de la viña?
“Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada. Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella”.

Llegará el día en que Dios se cansará de dar tanta protección a algo inservible. Dios ha sido paciente y espera que los inicuos recapaciten del mal camino que han escogido, viene el fin, pero antes está la oportunidad de arrepentimiento, aprovecha las muchas misericordias de Dios y cobíjate bajo sus alas, él te amparará.

Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Un Acta que nos es Contraria

“Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz (COLOSENSES 2:14)”.

Todos, mientras no aceptamos el sacrificio de Jesús en la cruz y nos negamos a modificar nuestra conducta conforme a la Biblia, nos enfrentamos a una acta o documento que contiene decretos que atestiguan en nuestra contra. Para los que no estén familiarizado con el término ACTA veamos su significado:

ACTA: Documento oficial en el que un juez u otra autoridad relaciona y certifica un hecho que presencia o autoriza.

Luego de esta oportuna aclaración sé que estarás pensando en tu acta de nacimiento, de matrimonio (si aplica), en tu certificado de estudio, de antecedentes criminales (si aplica), o en otro documento que de fe y testimonio ante alguna autoridad de algún acontecimiento relacionado con tu persona. Todas estas actas te son favorables, es decir, no tienen ninguna implicación negativa en tu contra, a menos que tú hayas cometido algún crimen y se refleje en la de antecedentes criminales, o que alguna falta se haya cometido durante la elaboración de la misma, como suele suceder en las actas de nacimientos.

Sin embargo, son actas elaboradas por humanos susceptibles a cometer errores y hasta a pervertirse por dinero, pero del acta que te hablo es un documento limpio y elaborado, primero por un Juez justo (Dios), y segundo su contenido no tiene errores, tanto así que tú mismo lo aceptarás como bueno y válido porque serán tus actos terrenales los que estarán plasmado en el.

El apostol Pablo les dice a los cristianos de Colosas lo que Cristo hizo por ellos al ofrendar su vida en la cruz del calvario: "Anuló el acta y los decretos que había contra ustedes que les era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz".

De esta acta nuevamente vuelve a hablar la Biblia, fíjate como la presenta ahora:


“Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados todos los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras (APOCALIPSIS 20:12)”.

Seran con estas actas que los muertos serán juzgados, estos son los libros que fueron abiertos; muerto para Dios es todo aquel que no aceptó el sacrificio de Cristo ni quiso abandonar su vida de placer para vivir a la altura de Cristo; los vivos para Dios, los que dijeron sí y renunciaron a los placeres temporales que ofrece el mundo para morir con Cristo, estos están en el libro de la vida.

Aunque Cristo murió en la cruz por ti, tu acta todavía tiene validez ante el Juez justo (Dios); Jesús, como tu abogado, quiere romper esa acta que te es contraria, pero él necesita tu aprobación para hacerlo, él no podrá hacer nada sin tu consentimiento; míralo por la Biblia:

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo (APOCALIPSIS 3:20)”.

No te olvides que la vida del hombre es efímera, arregla cuenta con el Juez justo. Te dejo este verso para que medites en el:

“Dios es juez justo, y Dios está airado contra el impío todos los días (SALMOS 7:11)”.

Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

¿Detras de qué Corremos?

Para los que nos consideramos seguidores e imitadores de Cristo, en pocas palabras cristianos, no entre comillas, ¿realmente hacemos bien en seguir tradiciones y costumbres sin fundamento bíblico? ¿Cree usted que Dios se agrada en nuestro esfuerzo por guardar con más fidelidad neo-inventos que las mismas escrituras? Vamos a ver hasta dónde llega nuestra ignorancia al correr tras cosas que creemos con ellas acercarnos a Dios cuando realmente nos volvemos anatemas con nuestras acciones. En esta ocasión hablaré acerca de la “NAVIDAD”.

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (ROMANOS 12:2)”.

El verdadero cristiano que observa las ordenanzas dejadas por Jesús, practicadas y recomendadas por sus discípulos, no corre detrás de tradiciones paganas. Piense por un momento en esto: “Los que se niegan en vivir conforme a las escrituras no imitan la conducta del cristiano, entonces ¿por qué correr tras sus creencias que no concuerdan con la Biblia?”. Jesús dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos (JUAN 14:15)”, y entre estos no estaba la “NAVIDAD”.

NAVIDAD: (latín nativitas, “nacimiento”)
Es una de las fiestas más importante del “cristianismo” (las comillas son mías), junto con la pascua y el pentecostés, que celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén.

De acuerdo con la Historia Universal y con la mayoría de los eruditos bíblicos, el nacimiento de Cristo fue asociado a la fecha del solsticio de invierno (25 de diciembre), porque en ese día es cuando el sol comienza su retorno a los cielos del norte. La Navidad se originó en una época en que el culto al sol era particularmente intenso en el Imperio Romano.

No existe evidencia histórica por la que pueda afirmarse que Jesús nació el día en que hoy se le celebra la Navidad. La fecha del 25 de diciembre era la fecha de un festival pagano de los romanos en donde se le rendía culto al dios Mitra (sol invencible), justamente al comenzar el solsticio de invierno, que es cuando este astro empieza a mostrar que su luz va en aumento.

Aproximadamente en el año 336 la Iglesia de Roma ante la incapacidad de eliminar este festival pagano, lo espiritualizó con la fiesta de la “Natividad del Sol de Justicia”.

La costumbre del árbol de Navidad nació en Alemania, en la primera mitad del siglo VIII. Estando predicando el misionero británico San Bonifacio un sermón, el día de Navidad, a unos druidas alemanes para convencerles de que el roble no era ni sagrado ni inviolable, el “Apóstol de los alemanes” derribó uno. El árbol al caer fue destrozando todos los arbustos excepto un pequeño abeto. San Bonifacio interpretó la supervivencia del arbolito como un milagro, concluyendo su sermón: “Llamémosle el árbol del Niño Dios”. Los años siguientes los cristianos celebraron las Navidades plantando abetos. En el siglo XVI se decoraban los abetos en Alemania para festejar la Navidad; en España no alcanzó popularidad hasta mediados del siglo veinte.

La leyenda de Santa Claus deriva directamente de las que desde muchos años atrás han adornado la figura de San Nicolás de Bari, obispo de Myra que, según la tradición, entregó todos sus bienes a los pobres para hacerse monje y se distinguió por su generosidad con los más pequeños.

En la Edad Media, la leyenda de San Nicolás arraigó de forma extraordinaria en Europa, en especial Italia, Alemania y Holanda. Cuando los holandeses colonizaron la actual isla de Manhattan, en Nueva York, erigieron una imagen de San Nicolás e hicieron todo lo posible para mantener su culto en el Nuevo Mundo.

Así como históricamente es imposible establecer con seriedad la fecha del 25 de diciembre como la del nacimiento de Cristo, es igualmente imposible hacerlo desde las Sagradas Escrituras; pues en ellas no encontramos ninguna evidencia ni siquiera cercana que nos apoye para esta celebración. Sabemos que Jesucristo NO nació el 25 de diciembre porque cuando el Hijo de Dios vino a este mundo nacido de mujer, los pastores estaban en los campos cuidando sus rebaños (Lucas 2:7-8), cosa que nunca hacían durante el mes de diciembre por lo crudo del invierno en Palestina.

¿Observó la Iglesia Primitiva alguna festividad relacionada con la Natividad de Jesús? NO. En la Biblia no se menciona nada respecto del día en que nació Jesús, por lo que la iglesia primitiva nunca celebró tal acontecimiento, aparte de que esto no se existía en su tiempo.

Lo que registra la Biblia en relación a las festividades que observaron los primeros discípulos es lo siguiente:

1. La Pascua: (Mateo 26:17-19, 26).
2. Los Panes sin levadura: (Hechos 20:6 y 1 Corintios 5:7-8).
3. La Fiesta de Pentecostés: (Hechos 2:1 y 20:16).
4. La Fiesta de los Tabernáculos o Cabañas: (Juan 7).
5. El Ayuno (expiación): (Hechos 27:9).
6. La Cena del Señor (El Nuevo Pacto).

Sin duda, esta última es la más importante de todas ya que se expresa como mandamiento para conmemorar la muerte de nuestro Señor Jesucristo. “Porque todas las veces que comiereis este pan y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga (1 Corintios 11:26)".

Invito a todo lector abstenerse de participar en estas festividades matizadas con tintes cristianos, pero que en su trasfondo hay una fuerte dosis de paganismo idolátrico, haciendo un sincretismo religioso, que en la Biblia siempre es reprobado, ya que el evangelio de nuestro Señor Jesucristo no permite ser mezclando con ninguna práctica idolátrica, mitologías o superstición alguna.

Corramos detrás de la salvación de nuestra alma, no de cosas que ni salvan, ni libran ni aprovechan. Apeguémonos al testimonio de Jesús y sus discípulos, leamos más la Biblia y no seamos presa de la ignorancia; la mayoría no necesariamente tiene la razón.

"Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica (1 CORINTIOS 10:23)".

Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.


Fuente:
http://www.wikicristiano.org/diccionario-biblico/446/navidad/

http://es.wikipedia.org/wiki/Navidad