A propósito, y ya que prácticamente acaba de concluir febrero, el mes del amor ¿alguna vez te has preguntado qué significa la palabra “amor” para ti? ¿qué concepción tienes acerca de esta expresión? En lo que rebuscas en tu mente una frase bien elaborada, aunque probablemente fingida, o quizás tosca, aunque así lo sientas, vamos a ver que dice la biblia acerca de esta palabra.
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos (JUAN 15:13)”.
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hallamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados (1 JUAN 4:10)”.
“Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (JUAN 3:16)”.
Estos versos bíblicos citados son grandes verdades del amor de Dios hacia los hombres. Habrás notado que en todos están, explícita o implícitamente, dos grandes componentes involucrados: desprendimiento y muerte. Para ganar a Cristo, entonces tienen que morir en nuestras vidas las pasiones que nos sujetan a este siglo.
Todos nuestros temores por acercarnos a Jesús ya él los conocía y están revelados en la biblia para que nos sirvan de motivación:
- Por tanto, el que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles (MARCOS 8:38).
- Jesús le contestó: Ninguno que, habiendo puesto su mano en el arado, mira hacia atrás es apto para el reino de Dios (LUCAS 9:62).
- Y les dijo: Mirad, guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee (LUCAS 12:15).
- Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallara (MATEO 16:25).
- Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo (LUCAS 14:26)”.
- Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo (LUCAS 14:33)”.
- Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú vete a anunciar el reino de Dios (LUCAS 9:60).
Nuestro amor hacia Dios no puede quedar solo en palabras, debe ir más lejos, si es posible hasta ofrecer nuestra vida, ya que Jesús dio su vida por nosotros. Esta es la enseñanza que tanto la biblia como la historia recogen de los apóstoles, y luego de ellos, de los mártires del cristianismo. Su amor y agradecimiento hacia Jesús y a su obra redentora quedó expresado con grandes sufrimientos.
Abraham fue considerado amigo de Dios, porque entre otras cosas, no dudó en ofrecer su hijo en sacrificio a Dios. El hijo de la promesa y obtenido en su vejez en condiciones deplorables, sin embargo, estuvo dispuesto a agradar a Dios despojándose de lo que más amaba y ganó un sitial en la biblia. No se puede hablar de fe sin empezar con “Abraham”.
Si todavia no tienes una definición para la palabra "amor", tomemos el punto de vista de Jesús: despojarse de todo lo agradable (trono, gloria), incluso tomar forma de siervo y dar su vida, por la causa ajena.
¿Qué te detiene, a que le tienes más amor que a Dios, tu creador y proveedor?
“Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo (EFESIOS 5:14)”.
Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.