Estamos convencidos de que si no nos preparamos, el mercado laboral cruelmente nos cierra sus puertas, así no podemos llegar muy lejos. Los profesionales de carreras como las ciencias médicas, jurídicas, tecnológicas y otras ramas del saber, ameritan de continuo de la actualización, abandonando algunas prácticas que en su momento surtieron efectos, para retomar otras nacientes que son las que rigen el ahora; si no lo hacen no son más que profesionales desfasados, en pocas palabras, desechos confinados a desaparecer.
Pues bien, de igual manera Dios espera de su creación ese mismo sentir e interés apasionado de mantenernos actualizados en todo lo relativo a la búsqueda de su persona y a la práctica de sus leyes. La dejadez en buscar a Dios produce también resultados desastrosos que Dios quiere que toda persona evite.
El hombre tiene la misma necesidad de actualizar su relación con Dios y aún de manera más sencilla, sin necesidad de rebuscar en literaturas diversas, asistir a diversas bibliotecas y universidades, navegar en internet e incluso moverse a otro país para realizar especialidades y erogar suntuosa suma de dinero para adquirir conocimientos que no te garantizan un puesto laboral de por vida; sin embargo, por medio de una sola literatura, la Biblia, podemos conocer a Dios y mantenernos actualizados en todas sus ordenanzas, incluso sin necesidad de movernos de nuestra casa.
Sin Dios podrás estar preparado para un puesto en el mercado laboral hasta cierta edad, pero al final serás desecho de la sociedad, y si mueres ajeno de Dios, él también te desechará por tú haberlo despreciado primero.
Sin Dios podrás estar preparado para un puesto en el mercado laboral hasta cierta edad, pero al final serás desecho de la sociedad, y si mueres ajeno de Dios, él también te desechará por tú haberlo despreciado primero.
¿Te has preguntado por qué y para qué pasas la mayor parte de tu vida, de alguna manera, estudiando, actualizándote, preparándote? Lo haces desde tu escritorio, desde tu casa o asistiendo a un centro de estudio, y muchas veces de manera natural tu mismo te motivas para hacerlo. Si lo haces es porque le temes a algo: No ser considerado por el mercado laboral; sin embargo no temes ser desecho de aquel que puede destruir tu alma y tu cuerpo en el infierno.
Concluyo con estos versos Bíblicos:
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? (MATEO 16:26).
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia (PROVERBIOS 9:10).
Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de Dios, también yo me olvidaré de tus hijos (OSEAS 4:6).
Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.
Esta muy buena la comparacion que haces en este articulo, es evidente lo importante que es nuestra vida espiritual que esta muy por encima de lo que nuestra corta vida en esta tierra.
ResponderEliminarDTB Y Sigue produciendo muchos frutos Gregorio.
GREGORIO DIOS TE SIGUA BENDICIENDO MI HNO, MUY LINDO TU MENSAJE, QUE DIOS TE SIGUA AYUDANDO, ESTAN MUY HERMOSAS ESAS PALABRAS, HASTA LUEGO MANITO,LINNETTE.
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