Cuántos de nosotros alguna vez en nuestra vida no hemos volteado por completo, al menos nuestra habitación, y la hemos dispuesto de una manera completamente diferente y cuando terminamos decimos “Cómo no se me había ocurrido antes, pero he ganado mayor espacio”.
En ocasiones no es necesario tirar nada fuera para disponer de mayor espacio y mejor confort, pero otras veces decidimos definitivamente por deshacernos de cosas, que en lugar de beneficiarnos nos obstaculizan el paso. Pues bien, la Biblia enseña en MATEO 13:45-46 acerca de un mercader que buscando “buenas perlas” y habiendo hallado una “perla preciosa”, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
Este personaje tenía muchas cosas para él valiosas, y probablemente, por largo tiempo, no estuvo dispuesto a abandonarla porque sí, pero un día encontró algo que cambió por completo su paradigma y decidió removerlo todo para hacer espacio y albergar lo nuevo que había hallado. Como hombres cargamos con hábitos y costumbres que no le dejan espacio a Jesús en nuestras vidas, y peor aún, estamos dispuestos a hacer espacio para otras, según la tendencia de los tiempos nos va empujando.
Jesús es esa “perla preciosa”, tú eres ese mercader que anda buscando “buenas perlas” en los placeres, avaricias, codicias, vanidad, lujuria, reconocimiento, en fin, todo a lo que nuestra naturaleza pecaminosa nos impulsa para mantenernos ocupado y alejado de Dios. Decídete a venderlo todo y haz espacio para Jesús.
Esta es la reflexión final “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mi; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mi; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mi. (MATEO 10:37-38)”.
Identifica tus ídolos, échalos de ti y ven a Cristo el cual tendrá de ti misericordia y será amplio en perdonarte.
El Señor nos recomendó a no temer y a vender todo lo que poseamos y darlo de limosna, a hacer bolsas que no envejezcan y hacer tesoros en el cielo, donde el ladrón no llega y donde la polilla no puede dañar. Porque donde esté nuestro tesoro, allí también estará nuestro corazón (LUCAS 12:32-34).
Que la paz y la gracia de Jesucristo sea contigo siempre.
En ocasiones no es necesario tirar nada fuera para disponer de mayor espacio y mejor confort, pero otras veces decidimos definitivamente por deshacernos de cosas, que en lugar de beneficiarnos nos obstaculizan el paso. Pues bien, la Biblia enseña en MATEO 13:45-46 acerca de un mercader que buscando “buenas perlas” y habiendo hallado una “perla preciosa”, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
Este personaje tenía muchas cosas para él valiosas, y probablemente, por largo tiempo, no estuvo dispuesto a abandonarla porque sí, pero un día encontró algo que cambió por completo su paradigma y decidió removerlo todo para hacer espacio y albergar lo nuevo que había hallado. Como hombres cargamos con hábitos y costumbres que no le dejan espacio a Jesús en nuestras vidas, y peor aún, estamos dispuestos a hacer espacio para otras, según la tendencia de los tiempos nos va empujando.
Jesús es esa “perla preciosa”, tú eres ese mercader que anda buscando “buenas perlas” en los placeres, avaricias, codicias, vanidad, lujuria, reconocimiento, en fin, todo a lo que nuestra naturaleza pecaminosa nos impulsa para mantenernos ocupado y alejado de Dios. Decídete a venderlo todo y haz espacio para Jesús.
Esta es la reflexión final “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mi; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mi; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mi. (MATEO 10:37-38)”.
Identifica tus ídolos, échalos de ti y ven a Cristo el cual tendrá de ti misericordia y será amplio en perdonarte.
El Señor nos recomendó a no temer y a vender todo lo que poseamos y darlo de limosna, a hacer bolsas que no envejezcan y hacer tesoros en el cielo, donde el ladrón no llega y donde la polilla no puede dañar. Porque donde esté nuestro tesoro, allí también estará nuestro corazón (LUCAS 12:32-34).
Que la paz y la gracia de Jesucristo sea contigo siempre.
gregorio felicidades por tu blog, que sigas escribiendo cosas que bendigan al pueblo.
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