Concluimos el mes de la Biblia, y para esta ocasión quiero hacer un paralelismo entre nuestra independencia y ciertos aspectos de la fe que nos hacen reflexionar en que somos una nación que verdaderamente amamos a Dios.
Haciendo un poco de historia debemos recordar que nuestro ideólogo libertador Juan Pablo Duarte tuvo muy buenos principios en la fe, ya que en toda su logística incluyo elementos relativos a la misma; el movimiento de difusión de sus pensamientos llamado “la trinitaria” nos hace pensar inmediatamente en la unidad de la Santa Trinidad del “Padre, Hijo y Espíritu Santo”, claro está que la comparación dista bastante, pero ¿de dónde le pudo salir este nombre y esta composición de tres personajes para difundir un pensamiento, una idea libertadora? No cabe duda que estuvo influenciado por el cristianismo.
Si bien es cierto que las ideas conceptuales plasmadas en su proyecto de constitución reflejan la influencia recibida por Duarte del pensamiento Europeo de los siglos XVIII y XIX; no menos cierto es que Doña Manuela Diez y Jiménez, mujer íntegra, con buena formación de hogar y de intelecto claro, como madre fue muy entregada al cuidado de sus hijos; le enseñó el alfabeto, inclinándolo a cultivar sus cualidades intelectuales y le educó en la fe cristiana. De ahí se desprende todo este sincretismo que se observa entre sus ideas libertadoras.
Nuestra bandera está diseñada siguiendo cierta simbología que ponen de manifiesto la supremacía de Dios, el sacrificio de Cristo, y la justicia entre los hombres. Si traemos esta simbología al pensamiento cristiano este sería el resultado:
El azul nos hace pensar en el cielo, lugar donde mora Dios, el cual está por encima de todas las cosas (de ahí que aparece como primer elemento en la bandera). El Rojo nos recuerda la sangre vertida por Jesucristo para libertad del hombre frente al pecado. El blanco simboliza la santidad y pureza que debe existir en el corazón de todo hombre. La cruz es el campo de batalla donde Jesús venció al negarse a sí mismo.
Increíble, pero hay una estrecha conexión con Dios en todo esto, pero te sorprenderás aún más cuando analicemos nuestro escudo nacional.
El escudo de armas de nuestra nación establece una relación aún más estrecha con Dios. Lo primero que observamos es que contiene cuatro banderas (ya analizamos su trasfondo), la Biblia abierta en el evangelio según San Juan 8:32, una cruz encima de la Biblia, una banda azul coronando el escudo con el lema trinitario “Dios, Patria, Libertad” (observa la supremacía de Dios en este lema), por último un ramo de palma, elemento utilizado en Jerusalén para recibir a Jesús en su entrada triunfal el día de su muerte. Innegable, Dios en el corazón de nuestra independencia.
¿Puedes tener la misma inclinación que tuvieron aquellos hombres de poner a Dios delante en todo tus proyectos? ¿De no sacarlo de tu vida y considerarte autosuficiente? Sin duda alguna nuestra independencia fue un proyecto exitoso y estuvo salpicado con matices del cristianismo.
He aquí un dato interesante: Somos la única nación del mundo en tener elementos cristianos en nuestros símbolos patrios.
A propósito, el verso que tiene la Biblia del escudo dice:
“Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres (SAN JUAN 8:32)”
¿Y cuál es la verdad? Esta es la verdad:
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (ROMANOS 6:23)”
Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.
¿Y cuál es la verdad? Esta es la verdad:
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (ROMANOS 6:23)”
Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.
ASI ES NACION K ENGRANDECE A DIOS SERA BENDECIDA.CADA ARTICULO CONTRAE ENSEÑANZAS QUE CONSTRIBUYEN A LA BUENA FORMACION DE UNA PERSONA Y MAS IMPORTANTE AUN EL LLAMADO A REFLEXION Y DECISION DE ACERCARSE A DIOS.
ResponderEliminarMe siento orgullosa de pertenecer a esta hermosa tierra. Dios nos bendiga a todos.
ResponderEliminarY aún mas, es por todo esto que nuestra nación ha sido siempre bendecida, aún en los momentos de dificultades como son catastrofe naturales y/o epidemias, como el Señor ha tenido misericordia de nosotros y nos ha librado de grandes lamentaciones, pero no por eso debemos de descuidarnos en la oración, ni de la mision que nos dejó de ir por todo lugar y predicar su palabra.
ResponderEliminarHermano mio, que Dios te siga bendiciendo y dando mas sabiduría cada día al junto de tu familia.
Lucy Peña