“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepienta (HECHOS 17:30)”.
Mientras Pablo se encontraba en la antigua ciudad de Éfeso, veía detenidamente como los hombres de la época hacían lo que sus razonamientos les dictaban para acercarse a Dios, porque no hay hombre sobre esta tierra que no tenga una mínima inclinación hacia Dios, pero el apóstol se percataba que la forma utilizada era incorrecta y esto producía en su espíritu un acaloramiento (fuerte, vivo deseo) por dar a conocer la forma correcta de buscar a Dios, y así lo hizo.
Los habitantes de Éfeso, se encontraban envuelto en todo lo que es idolatría (adoración a toda creación de imaginación de hombre), particularmente me agrada como el apóstol Pablo les plantea sus razonamientos sencillos, pero guiado por el Espíritu Santo, de que Dios, siendo creador del mundo y de todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y la tierra, no necesita templo hechos por manos humanas; de inmediato me llegó a la mente la imagen de muchas casas barriales y residenciales de nuestro país, que en su frente tienen una casita para poner una virgen y rendirle adoración. Esto es ignorancia.
La ignorancia alcanza su cúspide cuando caemos en ella porque aceptamos todo por costumbre y tradición. Casi siempre en este estado nos negamos a desaprender aún cuando otros quieren llevarnos a la verdad con la demostración por la biblia de que Jesús es el camino, la verdad y la vida (JUAN 14:6).
El hombre latinoamericano pasa casi toda su vida en este flagelo porque esto es lo que les enseñan sus antecesores, pero Dios condena toda idolatría, aún el amar más tus vicios, tus posesiones, tus cotidianidades, que a Dios; rehúyes a Dios con la escusa de “no tengo tiempo”, pero profundizas cada día más en todo esto e incluso estas dispuesto a envolverte en lo nuevo que traigan los tiempos.
Otro gran razonamiento del apóstol Pablo es que si provenimos de Dios (para lo que creemos que el hombre es creación de Dios), ¿cómo pensamos que Dios es semejante a oro, plata, piedra, escultura de arte, y de imaginación de hombres? El hombre no tiene problema en cargar a Dios en medallas, crucifijos, colgarlo en las paredes de su casa, incluso comprarlo en tiendas. No, estas cosas no pueden valerse por sí misma, ¿cómo te debes a algo que no puede moverse, limpiarse, ni parase si se cae, mucho menos pueden crear nada? Esto es ignorancia.
El apóstol Pablo revela una noticia alentadora para todo los hombres: Dios está dispuesto a pasar por alto los tiempos de esta ignorancia, a manera de intercambio, Dios manda a todo hombre en todo lugar, que se arrepienta. Es válido cambiar la forma de acercarnos a Dios, si comprobamos que lo estamos haciendo de manera incorrecta. De endurecernos y seguir en nuestra ignorancia nos enfrentamos a la ira de Dios porque él ha establecido un día donde juzgará al mundo con justicia.
Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.
Dios es verda. Y su palabra es verdad. Para todo aquel que quiera recibirlo en su corazón
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