“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 CORINTIOS 5:17)”.
Al albergar en nuestro corazón la idea de que tomar bebidas fermentadas hasta no llegar al extremo de la intoxicación (inhibición) e incluso solo en nuestros hogares o con miembros de nuestra misma fe, estamos resistiendo a la regeneración del Espíritu Santo en nuestra vida.
Piense por un momento qué diferencia existe entre esta práctica y el jugar con fuego; tanto insistiremos que un día terminaremos con quemaduras. No podemos bajo ningún concepto apoyarnos en nuestra naturaleza humana; la cual es débil de por sí, para entrar en situaciones que pueden hacernos deslizar, y peor aún, ya que hemos sido lavado con la sangre de Cristo.
“Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo (2 TIMOTEO 2:19)”.
Mucho se dice acerca del agua convertida en vino por Jesús durante las bodas de Caná; pero consideremos algunas notas acerca del vino.
El jugo de la uva acabado de exprimir lleva el nombre de MOSTO, luego de este mosto fermentarse recibe el nombre de VINO, y este proceso es relativamente rápido, se afirma que en unas seis horas, después de extraído el MOSTO, empieza el proceso de fermentación natural.
Note ahora que el vino que Jesús elaboró lo entrega para ser servido inmediatamente, es decir, antes de las seis horas, por lo tanto, estaba en su forma zumo o MOSTO. Otro aspecto para sostener que esta bebida no estaba en su estado donde produce inhibición es que Dios no puede contradecirse, si Jesús con sus predicas condenaba toda practica de iniquidad, e incluso habla de los borrachos en MATEO 24:45-51 y no de forma halagadora en la parábola del “siervo infiel”, entonces no puede contribuir a la embriaguez de toda esa gente, incluso su madre y sus discípulos. 1 CORINTIOS 6:10 afirma que los borrachos no heredarán el reino de Dios.
La cena del Señor era la celebración de la pascua judía establecida por Dios por tiempo perpetuo, note que el Señor la celebró y que comió pan sin levadura y tomó vino, ahora ¿estaba el vino fermentado? No, Dios había ordenado que nada leudado (alterado) debía haber durante siete días en ninguna casa de Israel, y aunque hablaba de masa, si el vino servido por Jesús representaba su sangre del nuevo pacto derramada por muchos para perdón de pecados, no podía estar fermentado o alterado.
Muchos dicen que el alcohol es medicinal y que la cebada engorda y por eso profundizan en ellos. También la morfina, el opio, la marihuana, la cocaína, tienen propiedades curativas y no por ello las usamos moderadamente. Un pretexto es una forma de salirnos con la nuestra, es una excusa para pecar contra Dios.
El apóstol Pablo hizo esta recomendación a Timoteo: “Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estomago y de tus frecuentes enfermedades (1 TIMOTEO 5:23)” y es obvio el señalamiento.
Algo que debe quedarnos claro es que en la cultura oriental el vino era parte integral de sus dietas alimenticias, tanto así que los viñedos frondosos estaban entre las bendiciones que alcanzarían los judíos si obedecían los mandamientos de Dios (DEUTERONOMIO 7:13).
En el antiguo testamento, los sacerdotes no podían beber vino ni sidra cuando iban a entrar al tabernáculo, si lo hacían morían, porque eran los responsables de discernir entre lo santo y lo profano y eran los que enseñaban a los hijos de Israel todos los estatutos de Jehová (LEVITICO 10:9-11).
En el nuevo testamento, los obispos (pastores, supervisores, líderes) no podían darse al vino ya que debían apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre (1 TIMOTEO 3:2-5).
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Vino
http://elmensajedelabiblia.googlepages.com/elvinoenlabiblia
Que la paz y la gracia del Señor Jesucristo sea contigo hoy y siempre.
Muy buen comentario, bien detallado. Que Dios te siga dando sabiduría para desarrollar estos temas de tanto interes.
ResponderEliminarDios te Bendiga